Peligrosidad: Es la probabilidad de que ocurra un proceso natural causante de un daño, dentro de un período de tiempo dado y dentro de un área específica.
Exposición: Es el número de personas o de bienes que pueden ser dañados por la acción de un peligro. Suele variar a lo largo del año según la estación.
Vulnerabilidad: Es el grado de daños o pérdidas potenciales esperables en un bien expuesto como consecuencia de que ocurriera un fenómeno natural causante de daños, y de una intensidad determinada.
Prevención: Es la planificación, estableciendo medidas, de protección frente a los diferentes tipos de riesgos.
Predicción: Es la acción de indicar, con antelación, dónde, cuándo y con qué intensidad va a ocurrir dicho suceso.
Medidas correctoras de los riesgos: Son pautas cuya finalidad es evitar en lo posible las catástrofes naturales.
Desarrollo incontrolado: Es el modelo de desarrollo en el que no tiene en cuenta el deterioro del Medio Ambiente, sino que lo importante es producir.
Desarrollo conservacionista: Es aquel que esta basado en la conservación de la naturaleza, explotándola lo mínimo posible. Este modelo se basa, sobre todo, en políticas de ahorro y está en contra de la idea de consumismo como base del desarrollo o del bienestar.
Desarrollo sostenible: Es el modelo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Espacio natural: Es una parte del territorio de la Tierra que se encuentra escasamente modificado por la acción del hombre, aunque más concretamente para designar algunas de las categorías para proteger las zonas naturales de mayor interés.
Mapa de riesgos: Es la representación gráfica en la cual se indica el nivel de exposición de una catástrofe natural, intentando así evitar en la medida de lo posible la mayor parte de los daños.
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