Wikipedia

Resultados de la búsqueda

martes, 7 de enero de 2014

LA EUTROFIZACIÓN DE LAS AGUAS. CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS, SOBREEXPLOTACIÓN Y SALINIZACIÓN DE LOS ACUÍFEROS.



LA EUTROFIZACIÓN DE LAS AGUAS.

En los ecosistemas acuáticos, el fósforo resulta ser un elemento biolimitante dado que suele encontrarse de modo natural en cantidades reducidas. Esto significa que en un agua, por muy alta que sea la concentración de otros nutrientes, el fósforo determina la producción de biomasa de los vegetales del plancton, que son la base de las cadenas tróficas acuáticas. Recuerda que los vegetales, como los animales, precisan fósforo para fabricar biomoléculas (ácidos nucleicos, fosfolípidos, etc.) y que debe presentarse en forma de fosfatos para poder ser asimilado. [“Cualquier cadena es tan débil como el más débil de sus eslabones”]

En ríos y lagos, una aportación excesiva de fósforo provoca a largo plazo un efecto contaminante que puede acabar con gran parte de la vida del ecosistema donde se produce. En nuestra sociedad, el exceso de fosfatos de los abonos y de los detergentes de uso doméstico, que irremediablemente acaban en las aguas, llevan a este fenómeno conocido como eutrofización artificial [eu = bueno, verdadero; trófico = alimentación]. De modo resumido, ésta es la secuencia de fenómenos que se suceden:

Aporte de fósforo =proliferación de algas unicelulares = agotamiento del nitrógeno (en forma de nitratos, y también biolimitante aunque menos que el fósforo) del agua = desaparición de las algas unicelulares y proliferación desmedida de las cianobacterias ya que pueden aprovechar el nitrógeno atmosférico = por competencia, falta de espacio y de luz y agotamiento de otros nutrientes (puede que acaben con el fósforo), muerte masiva de las cianobacterias = gran cantidad de materia orgánica que es descompuesta por bacterias aerobias = agotamiento del oxígeno del agua en la oxidación de la materia orgánica = aparición de bacterias anaerobias que fermentan los restos y producen mal olor (putrefacciones) = muerte de los animales acuáticos (peces, artrópodos, etc.) por falta de oxígeno.

Por lo tanto, el efecto final de la eutrofización es indeseable y en muchos casos catastrófico por cuanto que produce mortandades masivas de peces, alteraciones graves en los ecosistemas acuáticos y hace disminuir notablemente la calidad de las aguas, restringiendo sus posibilidades de uso.

En sentido amplio, la eutrofización artificial también se produce por vertido de materia orgánica a los cauces de los ríos o a los lagos, ya que el consumo de oxígeno por parte de las bacterias descomponedoras provocará el mismo efecto final. Es un tipo de contaminación muy común como resultado de verter las aguas residuales urbanas y, en nuestra tierra, además por los vertidos ilegales de alpechín y otros residuos de las almazaras.

No obstante, también puede darse una eutrofización natural, que afecta sobre todo a masas de agua con poca movilidad como lagos o embalses, y en estos casos es un proceso que avanza lentamente a lo largo de los años. La proliferación de algas reduce la entrada de luz, por lo que los vegetales que viven en el fondo (algas y plantas superiores) disminuyen la fotosíntesis y pueden llegar a desaparecer.

Frente a aguas eutróficas o excesivamente ricas en nutrientes, se suele emplear el término de aguas oligotróficas para designar a aquellas muy pobres en sustancias que puedan ser de utilidad para los productores acuáticos. Por ello, en estas aguas no abundan los seres vivos (ejemplos de aguas oligotróficas son las de los lagos de alta montaña como los que hay en sierra Nevada).




CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS, SOBREEXPLOTACIÓN Y SALINIZACIÓN DE LOS ACUÍFEROS.

Las aguas subterráneas suponen un recurso muy importante (la mayor parte de agua dulce líquida del planeta). En nuestro país, la explotación de los acuíferos en las últimas décadas ha permitido convertir en regadío amplias zonas de secano: desde Castilla-La Mancha a Andalucía) e incluso cultivables otras que antes eran desérticas (provincias de Almería y de Murcia).

Las aguas subterráneas forman parte de la dinámica de los ríos (las vegas de los ríos, son muy ricas en agua subterránea, y de hecho el propio río supone el afloramiento en superficie de un acuífero. Además, la mayor parte de los ríos nace en manantiales). Pero las aguas subterráneas, debido a sus características propias son muy sensibles a ciertos impactos. Los problemas que el uso y abuso humano hacen de ellas son la contaminación, la sobreexplotación y, en el caso de acuíferos costeros la salinización.

Contaminación de acuíferos: la contaminación de un acuífero puede ser puntual, cuando hay un foco localizado, como es el caso de un vertedero no controlado en el que los lixiviados (líquidos desprendidos o el agua de lluvia) percolan hasta llegar al acuífero. Las fosas sépticas que se hacen en muchas casas de campo y granjas, cuando no se dispone de red de alcantarillado, también producen este efecto. (Contaminación por materia orgánica y, en los vertederos, también metales pesados).
La contaminación difusa es más preocupante ya que resulta difícil de prevenir. Mayoritariamente se debe a los productos fitosanitarios que se emplean masivamente en agricultura y que van desde fertilizantes hasta pesticidas (en los últimos años, muchas localidades de la campiña cordobesa tienen prohibido durante largas temporadas el uso de agua corriente por la contaminación con nitritos procedentes del abonado de los campos).

Sobreexplotación de los acuíferos: la sobreexplotación de un acuífero tiene lugar cuando se extrae de él más agua que la que entra en su recarga. A la larga, como es obvio, el acuífero se vacía. Los problemas que esto acarrea son múltiples, desde la pérdida del recurso a la disminución del caudal de los ríos (viéndose afectados sus ecosistemas: muchos pequeños ríos de los alrededores de Jaén hoy no son más que arroyos), pérdida de fuentes, subsidencia de los terrenos (hundimientos: la ciudad de Venecia se está hundiendo en su bahía por la sobreexplotación de sus acuíferos) [El hundimiento de un túnel de metro en el barrio del Carmel de Barcelona en el año 2.005 provocó el desmoronamiento de varios edificios. Pero el desalojo de otros muchos por aparición de grietas -hasta mil familias perdieron sus hogares- se debió a que para evitar la inundación del túnel durante su construcción, se bombeó el agua del acuífero de la zona: al vaciarse dicho acuífero, el terreno cedió y con él los bloques de pisos]. En otros casos, zonas de lagunas –humedales- de alto valor ecológico se secan: Las Tablas de Daimiel, Parque Nacional, en Ciudad Real están prácticamente secas e igualmente las Lagunas de Ruidera. El río Guadiana, que antes nacía de ellas ahora lo hace ¡80 kilómetros más abajo! En la zona de la que se habla hay más de 40.000 pozos abiertos, la mayor parte de los cuales son ilegales.

Salinización de los acuíferos: cuando la sobreexplotación se hace en acuíferos costeros o próximos al litoral, las consecuencias son más graves, si cabe, por el fenómeno de la salinización.
Bajo el mar y hasta una cierta profundidad, hay también agua marina subterránea. Este acuífero marino contacta con el acuífero costero de modo que agua dulce y agua marina entran en contacto, manteniéndose un equilibrio. Ambas masas de agua no se mezclan, estableciéndose una superficie de contacto. Como el agua de mar es salada, es más densa y se introduce bajo el agua dulce formando lo que se conoce como cuña o intrusión salina.

Del nivel del acuífero de agua dulce, que crea una presión hidrostática, depende hasta qué distancia bajo la tierra firme penetra la cuña salina. Si el acuífero se sobreexplota y el nivel freático desciende más de la cuenta, el agua salada se introduce tierra adentro, el plano de contacto tiende a hacerse horizontal, y alcanzará los pozos, imposibilitando el riego y, lo que es peor: salinizará los terrenos de modo que aunque se vuelvan a regar con agua dulce no serán aptos para el cultivo.
El fenómeno de la salinización de los acuíferos costeros y, en consecuencia, de las tierras, está produciéndose en muchas de las zonas de la provincia de Almería, debido a una sobreexplotación exagerada que sigue en aumento conforme se siguen extendiendo los invernaderos (Almería ha pasado en veinticinco años de ser una de las provincias de menor renta per cápita de España a ser una de las más ricas, pero a costa de un desarrollo incontrolado, que quizás, está tocando a su fin).
Importante: saber hacer un esquema y entenderlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario